30 de marzo de 2020

La falsa disyuntiva entre salud y economía: El COVID 19

Germán Forero, director de la Escuela de Finanzas y Negocios Internacionales de FIGRI, sugiere que la disyuntiva entre economía y salud, planteada a raíz de la respuesta a la #pandemia ocasionada por el #COVID19, es una falacia y propone que el curso actual es el menos dañino para la economía global en el largo plazo.

Germán Forero Laverde

PhD – Director de la Escuela de Finanzas y Negocios Internacionales de FIGRI

@GermanForeroL | german.forerol@uexternado.edu.co

El pasado 24 de marzo Ricardo Benjamín Salinas Pliego, presidente grupo Salinas en Méjico, pronunció un vehemente discurso en una reunión con altos directivos y empleados del grupo empresarial. Allí argumentó que “la vida tiene que continuar” y que, si bien el virus es muy contagioso, no se caracteriza por su letalidad. Hizo las siguientes cinco afirmaciones acerca de lo que sabemos del virus que aquí complementamos con fuentes fiables de información.

Las afirmaciones

“Es muy contagioso”. Verdadero. Una persona infectada, ya sea sintomática o asintomática puede infectar en promedio tres personas diarias lo que da para un crecimiento exponencial de la infección.

Figura 1: Tasa de contagio del COVID19 comparado con otras enfermedades.

Fuente: World Economic Forum.

 

“La enorme mayoría lo tiene y no presenta síntomas lo cual lo hace más contagioso”. Verdadero. La Organización Mundial de la Salud ha indicado que personas con síntomas leves, como tos, pueden confundir la enfermedad con una gripe normal y ser contagiosos en el período de menor sintomatología.

“Sabemos que te da y te recuperas y desarrollas inmunidad”. Falso. El desarrollo de una respuesta inmunitaria que se convierta en inmunidad es aún incierto. Si bien la evidencia es anecdótica, ha habido casos de individuos que se han vuelto a contagiar. Esta es una de las muchas incógnitas que hay aun sobre el COVID 19.

“En algunos pocos casos graves se desarrolla una especie de neumonía que afecta más a ancianos y a quienes tiene problemas previos de salud”. Verdadero, la mayoría de los casos fatales se ha presentado en mayores de 60 años. Sin embargo, se han presentado casos fatales de personas más jóvenes.

Figura 2: Decesos por grupo de edad a causa del COVID19

Fuente: www.ourworldindata.org/coronavirus

 

“Sabemos que casi no afecta a niños ni a jóvenes”. Falso. Lo que se sabe es que es poco frecuente que los niños y jóvenes presenten sintomatología fuerte. Sin embargo, son los niños y jóvenes los que, al ser portadores sanos, facilitan la expansión de la enfermedad. La OMS recomienda a todos los grupos de edad tomar las mismas precauciones.

“No es de alta letalidad”. Es relativo. Aun no hay suficientes datos para estimar una tasa de mortalidad con certeza. En primer lugar, hay un fenómeno de sub-diagnóstico, en particular en zonas geográficas donde no hay pruebas suficientes. En segundo lugar, las tasas de mortalidad varían mucho de un país a otro.

Figura 3: Evolución de la tasa de mortalidad del COVID19 para varios países

Fuente: www.ourworldindata.org/coronavirus

La cura no puede ser más cara que la enfermedad

Tras presentar estos hechos, el presidente del Grupo Salinas indica que él cree que parar la economía por una enfermedad con este comportamiento es una completa exageración. Sugiere que el detener la actividad económica en Méjico, un país donde una parte importante de la población vive de lo que gana cada día es un atentado contra el bienestar de la población. Remata su exposición con una frase lapidaria: “no vamos a morir de coronavirus sino de hambre”.

En cuanto a las medidas de distanciamiento social y de cuarentena, Salinas Pliego sugiere que estas llevarán a que se desate “la delincuencia, la rapiña y el caos porque el estómago no sabe esperar”. El señor Salinas no está solo. El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, ha afirmado también que la cura no puede ser más cara que la enfermedad y afirmó que él estaría dispuesto a abrir la economía de EEUU para el Domingo de Resurrección. Sin embargo el lunes 30 de marzo, cuando el país ya llegaba a los 150,000 casos confirmados, se retractó y extendió las medidas de distanciamiento social hasta el 30 de abril.

La falsa disyuntiva entre la salud y la economía

El argumento de Salinas y Trump se predica en la idea de que la gravedad del virus viene dada por su letalidad. Es decir, como la mayoría de los enfermos no se complica, podemos enfermarnos todos sin que haya necesidad de parar la economía. En la siguiente gráfica, tomada de un artículo que se actualiza de forma permanente en el Financial Times, se puede ver el número de decesos acumulados por país después del décimo fallecimiento. Con estrellas se indica la fecha en la que cada uno de los países ha iniciado medidas aislamiento social obligatorio a nivel nacional.

Figura 4: Número acumulado de decesos por número de días tras el décimo fallecimiento

Fuente: www.ft.com

 

Los países que más han retrasado la implementación de cuarentenas y el aislamiento social preventivo han sido España e Italia. Reino Unido, Irán y EE. UU. no han implementado dichas medidas a pesar de presentar un número creciente de decesos. Al momento de escribir estas líneas, de acuerdo con Bloomberg, hay cerca de 660,000 infectados y más de 30,000 muertos a escala global por el COVID19. Los 5 países arriba mencionado hacen parte de los 7 países que más decesos han presentado.

Figura 5: Casos confirmados y fallecimientos a causa del COVID19 a 28 de marzo

Fuente: www.bloomberg.com

 

Aunque el número de decesos parece relativamente bajo, en particular si se compara con la gripe española de 1918 que mató a 50 millones de personas, el problema es que el sistema de salud a nivel global no tiene como soportar todos aquellos casos diagnosticados que sí se complican.

Sobrecarga del sistema de salud: un ejemplo usando datos colombianos

De acuerdo con Marc Lipsitch, profesor de epidemiología de Harvard, de desarrollarse una pandemia entre el 40 y el 70% de la humanidad podría contagiarse. Si de ese 40% de contagiados sólo el 10% se complicara, en Colombia estaríamos hablando de cerca de 2 millones de personas en necesidad de cuidado hospitalario. El sistema de salud del país no está preparado para lidiar con dos millones de enfermos simultáneamente. Por eso desde marzo de 2020 se ha desarrollado una campaña de salud pública de escala global en la que se promueven medidas como la cuarentena, el aislamiento social y el autocuidado.

Si bien es posible que cerca de tres mil millones de personas sufran en el planeta del COVID19, la labor de las autoridades es aplanar la curva, es decir, retrasar la velocidad del contagio para evitar infartar los sistemas de salud. Esta tarea se vuelve más difícil dada la facilidad con la que se transmite el virus. Por eso, en esta ocasión, estamos ante medidas que no se vieron con el SARS o el MERS en las primeras dos décadas de este siglo.

De ahí que sea el momento de contener la expansión del virus para proteger el sistema de salud. Si este llegara a colapsar, la gente morirá no sólo de las complicaciones asociadas al coronavirus, sino de apendicitis, infartos y de una sucesión de enfermedades que, aunque son curables, no podrían ser atendidas por sistemas de salud sobrepasados.

La tormenta perfecta: un doble golpe a los mercados emergentes

El cerrar las fronteras, como lo han hecho la mayoría de los países del mundo en el último mes, ha tenido efectos devastadores sobre el comercio global y sobre la demanda de productos y servicios a lo largo y ancho del globo. Esto se ha traducido en una reducción de la demanda de petróleo y de bienes básicos.

Simultáneamente, el acuerdo que había entre los países de la OPEP y Rusia para mantener el precio del petróleo alrededor de los 60 dólares se rompió pues Rusia no quiso recortar su producción para causar la quiebra de los productores estadounidenses que utilizan el fracking para producir petróleo. Si estas compañías se quiebran, saldrían del mercado cerca de ocho millones de barriles de petróleo al día. Esto haría que el precio del petróleo suba sin que los árabes o rusos dejen de extraer una sola gota.

Estos choques simultáneos han hecho que el precio del petróleo caiga 60% en lo corrido del año y ha puesto presión sobre las monedas de países emergentes que se han devaluado de forma sistemática desde finales de enero. Los precios de otras materias primas que representan ingresos importantes para las economías emergentes también están cayendo, lo que pone presión sobre las cuentas fiscales y empeora sus perspectivas económicas.

Figura 6: Precios de materias primas y tipos de cambios de monedas latinoamericanas

Fuente: www.bloomberg.com

 

Reflejo de ello es que Standard and Poor’s rebajó la perspectiva de la calificación de riesgo de crédito para Colombia y bajó la calificación de siete países productores de petróleo entre los que se encuentran Méjico y Ecuador. Así, las perspectivas económicas de los mercados emergentes para los próximos 12 meses no son muy halagüeñas.

La pandemia y la economía

Aun así, mientras más eficiente sean la cuarentena y el aislamiento social, menor será el impacto económico de largo plazo de la pandemia. Esta es la conclusión que se extrae de una encuesta del Initiative for Global Markets (IGM) Forum de la Escuela de Negocios de Chicago. El 80% de los expertos consultados estuvo de acuerdo con que eliminar las medidas de aislamiento social y cuarentena obligatoria antes de tiempo no solo favorecería el contagio, sino que traería mayor costo económico en el largo plazo. Otra forma de decirlo es que la cuarentena es la medida menos costosa para la economía si se mira con una perspectiva de largo plazo.

Una situación de parada súbita de la economía como la que estamos viviendo no se había presentado antes en la historia de la humanidad, al menos en tiempos de paz.

Esto se evidencia en medidas como las peticiones de subsidio de desempleo en Estados Unidos que, en la semana del 15 al 21 de marzo, llegaron a los 3.3 millones de personas. De acuerdo con la Reserva Federal de St. Louis, esta es la cifra más alta desde 1967, cuando se estableció el beneficio. Otro récord que se ha roto durante el mes de marzo es el nivel de riesgo en la bolsa de valores de Nueva York medido a través del VIX. Este índice, que refleja la volatilidad implícita en el mercado de acciones, llego a niveles máximos desde su creación en 1990, y excedió por harto los niveles alcanzados durante la crisis de 2008.

Figura 7: Índice VIX que mide la volatilidad implícita en la bolsa de EE. UU.

Fuente: www.finance.yahoo.com

 

El caso es similar en todas las bolsas del mundo. En la siguiente figura se presenta la variación porcentual (año corrido) de la bolsa de Nueva York, Hong Kong, Tokio, Londres, Frankfurt, São Paulo y Colombia. Todas han caído más del 10% y en el caso de las latinoamericanas la caída ha sido superior al 30%.

Figura 8: Comportamiento de las bolsas de valores alrededor del mundo.

Fuente: www.bloomberg.com

Heterodoxia económica

Aun así, hemos visto como hacedores de política monetaria y fiscal están dando la batalla para mitigar los efectos negativos que puede tener la cuarentena sobre la economía. Los bancos centrales aprendieron la lección de la crisis de 2008 y han tomado, en tres semanas, medidas de política monetaria que en la crisis anterior se demoraron hasta tres años en implementar. Dentro de estas medidas se incluye una reducción acelerada de tasas de interés, el incremento de los cupos para operaciones repo y de transferencia temporal de valores, en algunos casos la reducción de encajes, y en la mayoría de los casos la compra de títulos en el mercado para ampliar la liquidez disponible. Todas estas medidas están encaminadas a garantizar que tanto el sistema financiero como las empresas cuenten con suficientes recursos para navegar el temporal.

Por otra parte, se están viendo medidas fiscales que nunca antes se han usado. El ejemplo más sonado es el “dinero helicóptero” aprobado por el congreso de los Estados Unidos y firmado por el presidente Trump la última semana de marzo. Esta medida, que hasta ahora sólo era una construcción teórica, consiste en dar a cada ciudadano estadounidense con ingresos anuales inferiores a los 75,000 dólares un cheque por US$1,200 más US$500 por cada hijo menor de 18 años. Esta inyección de liquidez, que por ahora está pensada para hacerse una única vez, busca soportar la demanda agregada en una época en la que el consumo está deprimido. Medidas de (mucho) mayor gasto público se han visto también en España, Italia, China, Reino Unido, Colombia, y en general en la mayoría de las economías del planeta.

Parece que, a partir de ahora, el déficit fiscal pasa a un lugar secundario en la agenda de los políticos. Estamos en un escenario donde lo que está en juego es la supervivencia misma del aparato productivo, del empleo y, por tanto, del tejido social. Por ahora, los gobiernos del mundo se han dedicado a gastar fondos para estimular la economía y proteger a los ciudadanos. En un par de semanas la pregunta más relevante será seguramente ¿Y cómo financiamos todo esto?

A manera de conclusión… la luz al final del túnel

En resumen, las grandes medidas de salud pública que se están tomando (distanciamiento social, cuarentenas obligatorias, cierre de fronteras) buscan evitar un contagio masivo y simultáneo que ponga en riesgo los sistemas sanitarios. Todavía es pronto para saber si estas medidas tendrán los resultados deseados en países como Colombia. Aun así, ya sabemos que hay países que las han tomado demasiado tarde, como España o Italia, y el retraso ha costado la vida de decenas de miles de sus ciudadanos.

Adicionalmente, la gestión de política monetaria heterodoxa y laxa ha servido para evitar que este parón económico se convierta en una crisis financiera, al menos por ahora. La banca se ha podido permitir renegociar créditos y dar condiciones laxas a sus deudores y es posible que esto les dé un alivio mientras la tasa de contagio se estabiliza. Por otra parte, la gestión fiscal, por demás innovadora, puede garantizar que la gente, que en su mayoría vive al día, sobreviva sin trabajar durante el tiempo que dure la cuarentena. Si se logra aplanar la curva antes de que se agoten los recursos disponibles para dar estímulos, habrá luz al final del túnel. Por eso es importante que la cuarentena funcione. Por favor, quédese en casa.

Referencias

 


2 Respuestas a “La falsa disyuntiva entre salud y economía: El COVID 19”

  1. Hilda Laverde Correa dice:

    Excelente artículo y análisis, en lenguaje fácil de comprender y fundamentado en datos comprobables y fiables! Gracias!

  2. Dorian Oria dice:

    Muy interesante tu artículo. Lo que aún me genera un poco de duda sobre el beneficio de la cuarentena, es que, para que tenga éxito, debe levantarse también poco a poco. Si la cuarentena se llega a levantar de un día para otro, significará que los casos reportados disminuyeron… pero entonces será cuando los no sintomáticos andarán sueltos por el mundo, creando una cantidad de contagiados sin precendentes antes del fin de este hipotético fin de cuarentena. Es decir, los sistemas de salud van a colapsar tarde o temprano.

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