Corea y Colombia: una relación estratégica en el siglo XXI

¿Lazos militares entre Corea del Sur y Colombia? Aunque suene un poco extraño, son estos vínculos los que cimentaron una relación especial que cumple ya 61 años.

La Guerra de Corea fue quizás el primer conflicto militar que se desarrolló en el marco de la Guerra Fría. En ella se enfrentaron Corea del Norte y Corea del Sur, la primera apoyada por China; la segunda, por una coalición liderada por Estados Unidos, de la que hizo parte Colombia.

Este conflicto se desarrolló en un momento en el que Corea era un país mucho más pobre de lo que era Colombia, y continuó siéndolo durante varias décadas. Sin embargo, como bien lo sabemos hoy en día, Corea del Sur es uno de los milagros económicos de la segunda mitad del siglo XX. En la actualidad la 12° economía más grande del mundo.

Precisamente esa riqueza lo ha llevado a ser un país influyente, no solo en Asia, sino también en otras regiones del mundo. En América Latina, la influencia económica coreana se ve en la cantidad de productos manufacturados de alta tecnología que se importan desde ese país, que van desde automóviles, pasando por electrodomésticos, hasta teléfonos celulares y computadores.

Pero ese país, que es el segundo productor de microchips del mundo, no solo es un ejemplo de riqueza, sino de habilidad diplomática. Ha logrado mantener una relación armoniosa y muy productiva con China, al tiempo que se mantiene como uno de los principales aliados políticos y militares de Estados Unidos.

Las relaciones entre Colombia y Corea del Sur, como es de esperar, son principalmente económicas: comercio bilateral e inversiones. Sin embargo, los lazos históricos entre uno y otro país también han producido relaciones armoniosas en cooperación para el desarrollo, diplomacia cultural e, incluso, temas militares.

Para analizar el papel de Corea del Sur como actor global, los vínculos que unen ese país con el nuestro y cómo podríamos aprovechar mejor las oportunidades potenciales que ofrece esta relación, nos acompañan: Angélica González, investigadora de la Escuela Superior de Guerra; y Pío García y Manuel Rayran, de la Universidad Externado de Colombia.