9 de septiembre de 2020
Inserción de Colombia en la economía global
Javier Garay hace un balance de la internacionalización de la economía colombiana y propone algunos elementos estratégicos para profundizar exitosamente este proceso.
Docente – investigador Escuela de Relaciones Internacionales – FIGRI. Doctor en ciencia política, Universidad de Paris-Est, magíster en asuntos internacionales. Actualmente, es investigador visitante en la Anderson School of Management, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
@Crittiko | javier.garay@uexternado.edu.co
Relatoría elaborada por Juan David Ballén Gamboa, estudiante de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales (FIGRI).
¿Cómo se puede lograr la inserción de Colombia en la economía global?
La inserción en la Economía Global se logra y mejora en temas comerciales, financieros, de desarrollo, de inversiones, industriales y de agenda social. Se realiza en escenarios bilaterales, regionales y globales; y se hace por medio de la participación en distintas OIG, aquellas que tienen pretensión de ser supranacionales; también con acuerdos como los financieros, de cooperación, TLC, etc.
Frente a esto hay dos críticas. En primer lugar: “hay muchos TLC”. En realidad, Colombia ocupa el puesto 137 de 146 según el indicador Economía Global/PIB país. En otras palabras, sí hay TLC, pero no necesariamente son muchos y no significan que sea una apertura per se.
La segunda es: “integrarnos con los similares”, lo que se justifica con una visión mercantilista de incrementar el ingreso, pero este enunciado pierde su peso cuando constatamos que, en la realidad, sólo se logra una mejor competitividad si se comercia con los diferentes, sin excluir a los semejantes.
¿Cuáles son los objetivos de la inserción?
Para contestar esta pregunta, debemos referirnos a dos momentos históricos.
Por un lado, desde finales del siglo XIX hasta 1990, periodo en el que el Estado colombiano se caracterizó por tener una visión de desarrollismo y proteccionismo económico. La guía del modelo económico era el Estado mismo, con mucha intervención.
Por otro lado, durante el periodo que va de 1990 a 2018, hay una mayor inserción internacional gracias a los procesos de apertura que se inician. Esta inserción se logró también en distintos ámbitos gracias a la participación y representación de Colombia en distintas OIG, lo que permitió incluir en la agenda temas como el cumplimiento ODS, la preocupación por las calificaciones de riesgo, y la participación y la promoción del comercio internacional.
Frente a este componente también hay dos críticas. Una de estas es que se dice que hay una “pérdida de soberanía”, lo cual genera un amplio debate. Pero, ¿y qué si se pierde soberanía? Estas estrategias han permitido que Colombia tenga una mejor inserción en la economía global. Además, no hay alguna forma de medir la soberanía.
La segunda crítica es que hay una “preferencia de estrategia”, es decir, tener una sola estrategia perjudica a la inserción. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la preferencia que ha usado Colombia está orientada en la estabilidad macroeconómica que se ha logrado en los últimos años, pero que lamentablemente se vio afectada por la pandemia.
¿Qué se puede esperar de la inserción internacional?
No hay soluciones ni mágicas ni absolutas para lograr la inserción en la economía global. Deben existir distintas estrategias para conseguirla, por ejemplo, la incidencia en ciertos aspectos específicos, como se hizo con la estabilidad macroeconómica, que le permitió a Colombia tener un papel en la Economía Global.
El comercio es una buena estrategia, que está mal enfocada. Se piensa que el comercio se usa para vender, pero realmente se utiliza para importar, para comprar, lo que genera un mayor consumo y competencia en Colombia.
El ideal para cualquier país es que haya un comportamiento similar entre importaciones y exportaciones, y no pensar que un déficit es algo malo: ¡es todo lo contrario!
Frente a la crítica que apunta a que “la política comercial no ha servido debido a la dependencia de las materias primas, como el petróleo”, hay que apuntar que la política comercial debe ser mejor orientada; no depende de las materias primas, también está la industria, la inversión extranjera y demás factores que favorecen la política comercial.
Otra crítica frecuente es que “somos los más en todo”. En realidad hay distintos indicadores de desempeño en los que Colombia ocupa posiciones medias, no es ni el mejor en nada ni el peor, tiene un desempeño promedio. De hecho, podríamos decir que es un comportamiento “mediocre”.
¿Nos encaminamos a una mayor inserción en la economía global?
En realidad se trata de una inserción imperfecta, inestable, tímida y que se encuentra en proceso.
En la política exterior colombiana la prioridad ha sido la seguridad, no la internacionalización económica.
En consecuencia, Colombia ha tenido poco margen de acción a la hora de tener una real inserción en la economía global.