2025 será muy probablemente el año más interesante de las relaciones internacionales en mucho tiempo y no necesariamente por buenas razones.
El reconocimiento de Joe Biden del genocidio armenio cometido por el Imperio otomano es un hecho políticamente muy importante, pero que no busca necesariamente hacer justicia histórica.
De no ser por las consecuencias dramáticas que pudo haber ocasionado y que todavía puede generar, la reciente crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos podría ser vista como una opereta.