Religión y política: el espíritu del juego político
A juzgar por la vitalidad de las religiones y de su influencia en la política nacional e internacional, Nietzsche estaba equivocado: Dios NO ha muerto.
A juzgar por la vitalidad de las religiones y de su influencia en la política nacional e internacional, Nietzsche estaba equivocado: Dios NO ha muerto.