7 de junio de 2024

Un cambio histórico para que nada cambie: elecciones en México

Ser la primera mujer electa para ocupar la presidencia en México bastaría para afirmar que Claudia Sheinbaum acaba de hacer historia.

Sin embargo, esta es tan solo una de las varias razones por las que la elección de esta física, con maestría y doctorado en ingeniera energética, de 61 años se convierte en un hito político en su país. Sheinbaum es también la primera científica y la primera judía que llega a ese cargo, en un país cuya población se identifica mayoritariamente como católica.

Unas elecciones ordinarias con resultados extraordinarios

La nueva presidenta de la decimotercera economía mundial consiguió una victoria aplastante: con una altísima participación electoral, cercana al 61%, Sheinbaum obtuvo un 30% más de votos que su contendiente más cercana, Xóchitl Gálvez, y un 50% más que el tercero en disputa, Jorge Álvarez Máynez.

La diferencia de votos entre Sheinbaum y Gálvez es también significativa porque se da pese a que esta última representaba la Coalición Fuerza y Corazón por México, compuesta por los tres principales partidos opositores mexicanos: el Partido Acción Nacional (PAN), de derecha; el Partido Revolucionario Institucional (PRI), de centro, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), de izquierda.

Sheinbaum es la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, del cual hacen parte el Movimiento de Renovación Nacional (Morena) —que es el partido político del actual gobierno —, el Partido Verde y el Partido de los Trabajadores. De hecho, tanto el actual presidente como la presidenta electa son miembros fundadores de Morena, creado como una alternativa de izquierda a los partidos existentes en ese momento.

Es el legislativo, estúpido

Estos comicios también definieron la composición del Congreso General, el legislativo federal mexicano, que está conformado por 128 senadores y 500 diputados.

Los resultados de estas elecciones no solo le dieron la presidencia a Sheinbaum, sino que le aseguran una gobernabilidad aun mayor que la que ha tenido López Obrador durante el sexenio que termina. Sheinbaum contará con mayorías en las dos cámaras. De hecho, es muy posible que Sigamos Haciendo Historia alcance la mayoría absoluta en el senado y la calificada en la cámara.

Con estas mayorías, la presidenta electa podrá realizar reformas profundas, dentro de las que muy probablemente estará la mayoría de los 18 cambios constitucionales que ya están en trámite.

¿Poder es poder?

Como toda victoria electoral, la de Sheinbaum está llena de expectativas positivas, especialmente porque ella encarna la esperanza de lograr muchos de los cambios estructurales que anhela buena parte de las y los mexicanos.

Sin embargo, la realidad que la recibe no es precisamente halagüeña: desde la presidencia tendrá que encarar asuntos tan importantes y urgentes como el crimen organizado, la relación comercial con Estados Unidos —probablemente gobernado de nuevo por el proteccionista Donald Trump—, los flujos migratorios procedentes de Centroamérica, reestablecer la confianza en los mercados, entre otros.

Para entender la verdadera importancia de estos resultados electorales mexicanos, los problemas que deberá enfrentar la nueva presidenta y las herramientas con las que contará para hacerlo, nos acompañan: desde Bogotá, Martha Ardila, de la Universidad Externado de Colombia; desde Tijuana, Rafael Velázquez, de la Universidad Autónoma de Baja California, y desde Puebla, Luis Ochoa Bilbao, de la Benemérita Universidad Autónoma de esa ciudad.

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