23 de agosto de 2024

Viejos temores, nuevos retos en salud pública internacional

Como en la secuela de una historia de terror, la reaparición de la viruela símica ha encendido nuevamente las alarmas de las autoridades sanitarias a lo largo y ancho del planeta.

Con la COVID 19 como un trágico antecedente de lo que puede ocasionar una epidemia que se hace internacional, el miedo protagoniza los titulares de las noticias relacionadas con esta enfermedad, que reapareció inicialmente en la República Democrática del Congo y ha llegado rápidamente a Europa y América.

Si bien la enfermedad tiene una evolución relativamente benigna en la mayoría de los casos, puede agravarse en algunos, hasta el punto de ocasionar la muerte de quienes la padecen.

A pesar de que las guerras de Ucrania y Rusia e Israel y Hamás y las elecciones en Estados Unidos siguen atrayendo la atención de los analistas internacionales, la aparición de esta enfermedad, que ya ha sido catalogada por la OMS como una emergencia global sanitaria, también ha reclamado su espacio de atención.

Como lo oiremos en este episodio, surge de manera automática la duda sobre la preparación de los sistemas de salud de los diferentes países para afrontar una nueva epidemia.

Muchos esperarían que las lecciones aprendidas — de la manera más trágica — durante la pandemia de la COVID 19 hubieran dejado como resultado una cultura de prevención y de cuidado de la salud, y el fortalecimiento de las instituciones de la salud hasta el punto de que tuviéramos lo necesario para enfrentar un evento como la aparición de la viruela símica.

Sin embargo, como nos lo explicarán nuestra invitada y nuestros invitados, los avances que los sistemas de salud tuvieron a raíz de la emergencia de la COVID 19 parecen haberse desvanecido, al menos parcialmente, en los últimos años.

Algo similar puede decirse de la coordinación internacional de las autoridades sanitarias de los diferentes países afectados por esta emergencia y de estos con las entidades internacionales de salud, como la OMS o la OPS.

Sin embargo, veremos que las dificultades para coordinar internacionalmente esfuerzos, intercambiar información y compartir recursos son muy grandes, tan solo comparables con la necesidad de hacerlo para enfrentar una enfermedad a la que poco o nada le “interesan” las fronteras nacionales.

Para estimar el grado de preparación de las autoridades nacionales y de las instituciones internacionales de salud para enfrentar esta emergencia, las lecciones realmente aprendidas de la COVID 19 y las tareas pendientes para hacer frente a la viruela símica, nos acompañan: desde Buenos Aires, María Belen Herrero Investigadora y Consultora en Salud Internacional, Cooperación Internacional y Epidemiología, de FLACSO Argentina; desde Montevideo, Rafael Bayce García Lagos, de la Universidad de la República, y desde Medellín, José Fernando Tovar Valle, de la Facultad de Ciencias de la Salud de Uniremington.

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