10 de agosto de 2023

¿Qué hay detrás de la movilidad humana?

La migración intrarregional sigue siendo uno de los fenómenos internacionales que más directa y cotidianamente nos afectan.


A los casi tres millones de venezolanos que han inmigrado a Colombia, hay que sumar los miles de ciudadanos de otros países que han llegado a nuestro país para quedarse en él o para continuar su viaje hacia otro. 

La intensificación de este fenómeno en la mayoría de los países de América Latina ha tenido respuestas diversas en cada país. Por ejemplo, algunos países han diseñado y puesto en marcha políticas que buscan la regularización y la integración laboral y social de los migrantes. 

Otros, por su parte, han tomado medidas que, desde la preocupación por la inseguridad, buscan limitar e incluso evitar el ingreso de migrantes a sus territorios. 

En algunos países, las sociedades han sido más o menos abiertas a la migración de sus vencinos. En otros, la llegada de los migrantes ha generado rechazo, no solo de tipo xenófobo sino aporófobo. 

Pero, para la mayoría de los países de la región, la migración ha desbordado la capacidad del Estado para acoger y brindar servicios esenciales a los migrantes. 

Si por la gobernanza nacional y local llueve, por la regional no escampa: es poco lo que se ha avanzado en la coordinación de políticas y en la unión de recursos que permitan llevar a cabo una migración exitosa tanto para los propios migrantes como para las sociedades que los reciben. Más allá de la realización de un par de cumbres regionales sobre el tema, hay muy poco, casi ningún resultado concreto en este campo. 

Como mencionábamos anteriormente, la migración en América Latina no solo se materializa en la salida o en la llegada de migrantes, sino que se da también en el sentido del tránsito de migrantes que llegan a un país en el que solo están de paso, con el objetivo de llegar a otro destino. 

Desde esta perspectiva, Estados Unidos sigue siendo el destino definitivo más deseado por los migrantes que están en tránsito en América Latina. Y sobra recordar que la actitud de la sociedad, los gobiernos estatales y el gobierno federal de ese país hacia la migración pareciera ser cada vez más de rechazo. En consecuencia, la política migratoria no solo es cada vez más restrictiva en su propio territorio, sino que ha desplazado la frontera hacia el sur. 

México se ha convertido, en la práctica, en la primera frontera de Estados Unidos que busca disminuir el número de migrantes que llegan a este último país. Con acuerdos migratorios entre los dos gobiernos, se busca endurecer la llegada de centro y suramericanos al territorio mexicano y evitar que estos crucen la frontera norte hacia Estados Unidos. 

Sin duda, esta es una época en la que se combinan múltiples factores que motivan a un número significativo de latinoamericanos a migrar dentro de la región y del continente. Son también múltiples las causas que hacen que buena parte de las sociedades receptoras no acojan tranquilamente a los extranjeros que llegan huyendo de amenazas o simplemente buscando un mejor nivel de vida. 

Para entender la magnitud y las características de la migración actual en nuestra región, las diversas políticas nacionales y regionales con las que se ha buscado regularizar el proceso migratorio y las perspectivas que tiene este fenómeno en América Latina, nos acompañan: 

Stephanie López, consultora del Banco Interamericano de Desarrollo; César Niño, de la Universidad de La Salle; e Irene Cabrera, de la Universidad Externado de Colombia. 

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